martes, 17 de noviembre de 2009

UNA CENA ESCANDALOSA

Chejov gustaba de la compañía de su amigo y confidente Alexei Suvorin. Fueron al mejor restaurante de la ciudad a cenar la noche de un 22 de marzo de 1897, un antiguo palacete llamado L'Ermitage. Ambos tenían sangre campesina en las venas. Suvorin, editor y magnate de la prensa, era un reaccionario, cuyo padre había sido soldado raso en Borodino. Pero tanto política como temperamentalmente se hallaban en las antípodas. Chejov iba impecablemente vestido. Los camareros iban y venían sin cesar. Acababa de sentarse a la mesa, cuando re¬pentinamente, sin el menor aviso previo, empezó a brotarle sangre de la boca. Suvorin y dos camareros lo acompañaron al cuarto de baño y trataron de detener la hemorragia con bolsas de hielo. Sin embargo, éste lo llevó a su hotel; pero, debido a una segunda hemorragia fue trasladado a una clínica especializada en el tratamiento de tuberculosis. Suvorin fue a visitarlo y Chejov se disculpo por el “escándalo”.

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